La Sierra Nevada de Santa Marta, una majestuosa cadena montañosa en Colombia, alberga una comunidad indígena ancestral conocida como Narakajmanta. Esta comunidad, compuesta por aproximadamente 37,200 habitantes, ha vivido durante siglos en armonía con su entorno natural, respetando y protegiendo las tradiciones culturales que han sido el fundamento de su existencia.
Sin embargo, esta comunidad enfrenta hoy desafíos críticos que requieren atención y acción urgentes. Estos desafíos abarcan áreas fundamentales, incluyendo equidad de género, lucha contra el cambio climático y justicia ambiental.
Equidad de Género:
En Narakajmanta, las mujeres y niñas representan el 52% de la población total. Estas valientes mujeres realizan caminatas diarias de hasta 500 metros para acceder a fuentes de agua, una tarea que conlleva riesgos significativos de acoso y abuso sexual. La falta de acceso a servicios básicos, como agua potable y energía, resalta una brecha de género que impacta directamente en la vida cotidiana de las mujeres.
Lucha contra el Cambio Climático:
La Sierra Nevada de Santa Marta es una región propensa a los efectos del cambio climático. En los últimos años, ha sufrido un aumento en la frecuencia de eventos climáticos extremos, como inundaciones y sequías. La deforestación local ha contribuido a la pérdida de recursos naturales, y la falta de acceso a fuentes de energía limpia ha llevado al uso de combustibles fósiles, exacerbando aún más los impactos del cambio climático.
Justicia Ambiental:
A pesar de su importancia crítica para la conservación de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático, la comunidad Narakajmanta ha enfrentado obstáculos en la obtención de apoyo del gobierno colombiano para la implementación de proyectos ambientales. La infraestructura insuficiente y la falta de servicios esenciales han creado desigualdades en el acceso a recursos fundamentales.
Sin embargo, la comunidad Narakajmanta no está sola en esta lucha. Grupos de jóvenes indígenas y estudiantes universitarios han expresado su interés en participar activamente en proyectos que aborden estos desafíos multidimensionales.
La inversión en proyectos que promuevan la equidad de género, la resiliencia al cambio climático y la justicia ambiental es esencial para asegurar un futuro sostenible para Narakajmanta y otras comunidades que enfrentan desafíos similares en todo el mundo. Es crucial que estos proyectos se basen en enfoques técnicos sólidos, colaboración entre diferentes actores y una comprensión profunda de las realidades locales.
En última instancia, la atención a los desafíos que enfrenta la comunidad Narakajmanta es un llamado a la acción global. Debemos reconocer la importancia de preservar la diversidad cultural y ambiental de nuestras comunidades indígenas y trabajar juntos para crear un mundo más equitativo, resiliente y sostenible para todos.